Mi tortura - Joaquín Tamborini

 

Primer día de cuarentena. 

Me levanto temprano sabiendo que es viernes y voy a poder ver a mis amigos como todo fin de semana. Miro el grupo de WhatsApp de los amigos y veo que todos están poniendo que se detectó un nuevo caso de coronavirus en Argentina. Unos de los chicos pone que a partir de hoy no podemos vernos más hasta el fin de la cuarentena y es ahí donde pienso qué  va a ser de toda la vida cotidiana en estos días. Aburrido, sin saber qué  hacer, salgo al patio para hacer ejercicios. Pienso en mis familiares que algunos viven en edificios. Luego de un rato pienso y digo “qué privilegio de tener un patio para poder disfrutar y salir un poco”. 

Al siguiente día me levanto y me pongo a tomar mates en la ventana. Veo que pasa la policía vigilando a las personas, veo que paran a un vecino que venía de comprar y se lo llevan detenido por circular sin permiso y  sin barbijo. Por un lado pienso que no sería lo apropiado de hacer, porque, capaz, esa persona no tiene los mismos privilegios que tengo yo. No  veo justo que por salir a comprar lo metan preso con el propósito de cuidarnos a los demás.  Luego de unas horas prendo el tele y pienso que somos unos privilegiados por las medidas que está tomando el Estado y porque todavía tenemos el privilegio de poder mantenernos informados de lo que pasa día a día y también tenemos en privilegio de que la televisión nos muestre cómo cuidarnos y las medidas que tenemos que tomar ante esta pandemia.

Pasó tiempo de ese momento y hoy mi vida cambió, ya se puede salir un poco más, ya se puede disfrutar un poco más los días.

Cambió mi forma de pensar y de afrontar esta situación. Hoy estoy más tranquilo, salgo, me cuido, disfruto de este maldito año, entreno, estudio, salgo con amigos y trato de seguir adaptándome a esta pandemia que nos va modificando la vida día a día. 

Esta pandemia me mostró cómo viven personas como nosotros en condiciones precarias. Me enseñó que hay que dejar de ser tan materialista y hay que empezar a dar amor y disfrutar a las personas y el amor que te dan. Reflexioné porque me di cuenta de que yo no vivo entre cuatro chapas como muchas personas, porque a mí no me falta un plato de comida, y hoy mi propósito al contarte esto. Que logres mirar a tu alrededor y te fijes lo que tenés y lo que tienen los demás. Yo lo hice y me di cuenta de que soy uno de esos pocos privilegiados de tener todas las comodidades para afrontar la pandemia, porque tengo lugares donde puedo ser libre, vivo en una ciudad donde hay pocos casos, tengo mi familia unida, no me falta nunca la comida y lo mejor d todo es que mi familiares y yo tenemos salud.

 Hoy soy una persona un poco más libre y aprovecho eso para poder disfrutar de mis amigos, de mis seres queridos. Hago actividades para despejar la cabeza y más que nada disfruto la vida segundo a segundo. Hoy estamos más tranquilos y podemos salir más, pero siempre cuidándonos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pensamientos de cuarentena

Cuarentena: Los principales focos del “discurso de odio”

La cuarentena y sus consecuencias