Días de encierro

Muy pocas veces veo las noticias (admito que es para que no me afecte) y veo los comentarios de amigos repudiando a los que violan la cuarentena. “Que merecen ir a la cárcel o merecen cosas peores como el acoso.”

Me parece muy injusto, o sea, está mal lo que hace esa gente pero tampoco hay que amenazarlas o condenarlas, son personas, tienen sentimientos, sienten miedo y ansiedad.

Me siento afortunada por tener un patio grande y poder salir a despejarme y ver el cielo toda la tarde, me inspira a escribir poemas y hacer publicaciones para mi cuenta de Instagram. Estar con mi familia y mis mascotas me alivia mucho y me hace sentir feliz. Aunque siento un poco de tristeza por las personas que están en un apartamento o trabajan en negro.

Mi sueño ha cambiado últimamente. Antes dormía muy temprano ¡Actualmente duermo a las 8am! No me acostumbro a la nueva rutina, esta nueva rutina es: dormir hasta las 14pm, hacer las tareas, pasármela en Tiktok e Instagram, comer y volver a dormir. Admito que no he tenido hambre desde hace días y que no quiero saber nada del virus. Esta es una experiencia muy rara y loca.

Jamás pensé que iba a vivir en primera persona un confinamiento, que iba a sentir esa histeria y paranoia, esa ansiedad de no poder salir, de no poder volver a retomar la rutina.

Opino que la mayoría de personas necesitaremos desahogar nuestras emociones con un profesional, después de este alboroto. Mis amigos y mis familiares ya están hartos de la situación, pero siguen criticando a la gente que quedó varada en otros países. Yo creo que lo hacen para descargar su frustración. 

La estrellita rosa

Postal de mi cuarentena – Foto tomada en mi patio.