El aislamiento obligatorio no para todos/as es una desventaja
Desde hace
un mes aproximadamente siento como si me hubiese ido a vivir a un campo o a
otro lado donde no se siente otro ruido más que el canto de las aves. Desde
hace un mes que miro por mi ventana y veo a Santa Rosa limpia y clara, sin una
gota de humo. Cuando ante siempre se veía una chimenea humeante desde, lo que
supongo, era una fábrica. Es increíble lo que está sucediendo. La naturaleza
está descansando de tanta contaminación,
la gente está saliendo de la rutina, estamos teniendo experiencias que nunca
imaginamos vivir como por ejemplo no poder saludarnos, no poder compartir mate
o tener clases online. Mi vida en si no ha cambiado mucho ya que tengo una vida tranquila, pero este
aislamiento social me ha servido para
reflexionar y valorar más los momento con amigos o en familia. Lo único
que ha cambiado en mi vida es sentirme
como si estuviese viviendo en otro lado, cambiar los ruidos y bocinazos de camiones y
autos por los sonidos de la naturaleza. Pero si bien a mí no me afecta
el aislamiento social, hay a muchas gente a la que si, como por ejemplo las
personas que viven el día a día o las
que están encerrados en un departamento.
Aunque no a todas las personas les está
afectando para mal, los presos por
ejemplo que se aprovechan de la situación para tener prisión domiciliaria y,
también en el caso de las empresas que fabrican y distribuyen barbijos/tapa boca , guantes de látex,
lavandina, etc. En medio de una pandemia en la que debemos cuidarnos entre todos/as,
no debería haber personas que se aprovechan de la situación. Esto me parece muy
injusto.
Mayra Díaz
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