“Tiempos de cuarentena”
Es
lunes 6 de abril de 2020, me despierto y lo primero que tomo es el celular y
leo las noticias, como todos los días, para ver la cantidad de infectados,
muertos, la caída del dólar, si el virus llegó a mi ciudad, etc. Hay una
noticia de un infectado cerca de mi lugar y una foto del perfil de Facebook que
incluye su nombre y apellido, en la misma una advertencia“tengan cuidado” y
también números de teléfonos, para denunciar en caso de que alguien viole la
cuarentena. No hay necesidad de tratar a lxs infectadxs como delincuentes o
incluso al personal de salud que les aplauden y alaban, pero si se los
encuentran personalmente caminando por la vereda la gente se cruza enfrente. Es
impresionante cómo la psicosis de la gente cada vez va aumentando, tampoco se
puede estornudar o toser tranquilo en la calle porque te miran con cara de “no
te me acerques”.
Desayuno
y con mi papá nos preparamos para ir de compras, ya que necesitamos muchas
cosas. Nosotros vivimos en un lugar alejado de la ciudad, en zona rural, y esto
me lleva a pensar lo privilegiadxs que somos de tener un patio bastante grande.
La gente que habita en los departamentos, la está pasando muy mal. Salimos con
mi papá, al centro y a los trescientos metros de nuestra puerta, donde todavía
abunda la tranquilidad, se empieza a escuchar un motor, a lo lejos. Se acerca
cada vez más y cuando miro para ver qué era, aparece, al lado nuestro, una
camioneta de la policía. Se escucha cómo los neumáticos se clavan a la tierra
por la velocidad que trae.
El
policía, desde adentro del vehículo, nos dice que no se puede andar de a dos
personas. Muchos pensamientos se vienen a mi cabeza en ese momento“nos llevan a
la comisaría” fue lo primero que pensé. Mi papá le explica que no debe ser
problema ya que yo soy menor y su hijo, pero el policía insiste en que no. Así
que decido volverme a mi casa para menos problemas y mi papá pudiera hacer las
compras.
Nunca hubiera
imaginado que sería casi ilegal andar en la calle. Que no íbamos a ver a
nuestros seres queridos por un largo tiempo o que incluso no los pudiéramos
abrazar o darles un beso como saludo. Vamos a tener que aguantar un tiempo más
y respetar todas las medidas para que podamos encontrarnos de vuelta con
nuestros amigos o familia.
Joaquín
Cuevas
Comentarios
Publicar un comentario